marzo 01, 2016

Balazo al cabronazo 17:27


Nadie te va a ayudar, ni antes, ni durante, ni después. Balazo al cabronazo, machete al machote, patadas y rasguños, escúpele todas las groserías que te sepas, golpea puertas, golpea coches hasta que suene la alarma. Huye de esa relación violenta al primer indicio de maltratos, ¡tu no lo vas educar, mucho menos a cambiar!, no somos las salvadoras de nadie, no venimos a este mundo a cambiarlos, a intentar que nos quieran, a cumplir expectativas de nadie, aviéntate del taxi si el cabrón no quiere parar, abre las puertas, ponte como loca, hazte la loca ¡es su vida o la nuestra!... encájale en el ojo el lápiz labial, el delineador de ojos, la pluma vic, rocíale perfume en los ojos…
   La ultima vez que recibí un ataque me dijeron: ¡Por eso los matan!...  Seguí al sujeto hasta donde había estacionado su coche y en el trayecto le reclamaba, ¡repite lo que me dijiste!... le pregunte que si sabía que estaba diciendo? Si tenia la mínima idea de que significaban sus palabras?… Entramos al estacionamiento y seguía gritando como loca, reclamando, sólo tenia mis manos, mi rabia y rompí esa barrera casi impenetrable y lo toque, lo señale como quien señala a un asesino, grite para que sus amigos y la gente del estacionamiento me escuchará, para que a ese sujeto “valiente” no se le olvidará mi cara, ni mi palabras. Parece ser que ni él, ni su amigo y menos su amiga, saben de las cifras en este país, de cuantas mujeres mueren diario, de cuantos maricas somos presa de sus chistes, de sus burlas, de su odio, de cuantas mujeres trans mueren, de cuantas lesbianas son acosadas…
   Quería en ese momento tener una pistola, una piedra, una botella, para estamparla en su cara, no otra vez me decía por dentro, no voy a tolerar una vez más que me insulten, esta vez no me voy a dejar y no es sólo por mí, si no por todes… La satisfacción que me dio fue que sus amigos lo metieron en su coche, habrán pensado, ¡¡¡metete mejor no sabes que te hará este maricón loco!!!...
Seguí mi camino y lloré lágrimas de rabia, no entendía, mis cuentas no me salían je… mi cuerpo todo pequeño y flacucho temblaba, pero era ese temblor de rabia y satisfacción, de nervios, de alegría… Insisto no era sólo por mi, estoy seguro que ese sujeto se la va a pensar dos veces antes de insultar a alguien, al menos eso quiero creer, eso me dio mucha seguridad nuevamente :D


1 comentario:

Anónimo dijo...

Fuiste muy valiente, Y claro que hay que perder el miedo.